TERCER ACTO

CORO
	¡Ey! ¡Guardias! ¡Abrid!
	¡Los de Gentilly! 
	¡Somos los barrenderos!...
	¡Cuaja la nieve! ¡Ey!
	¡Nos estamos congelando!

ADUANERO
	¡Voy!

CORO
	Quien en el beber encontró 
	el placer en su vaso ¡ah!
	¡en una boca, ardiente, 
	encontró el amor!

MUSETTA
	¡Ah! ¡Si en el vaso está el placer, 
	en una boca joven está el amor!

CORO
	Tra-le-ra-lé...
	¡Eva y Noé!

	¡Eh! ¡Eh!

ADUANEROS
	¡Aquí están ya las lecheras!

CORO
	¡Buenos días!
	¡Mantequilla y queso! 
	¡Pollos y huevos! 
	¿Vosotras adonde vais? 
	A San Miguel. 
	¿Nos veremos después? 
	A mediodía
	Pues, hasta mediodía.

MIMÌ
	¿Sabría decirme, disculpe,
	cuál es la hostería
	donde trabaja un pintor?

SARGENTO
	Esa es.

MIMÌ
	Gracias.
	Buena señora, ¿me hace el favor 
	de llamar al pintor Marcello? 
	Tengo que hablarle.
	Tengo tanta prisa... 
	Dígale, en voz baja, 
	que Mimì le espera.

SARGENTO
	¡Eh, ese cesto!

ADUANERO
	Vacío.

SARGENTO 
	Que pase.

MARCELLO
	¡Mimì!

MIMÌ 
	Esperaba encontrarte aquí.

MARCELLO 
	Sí, estamos aquí desde hace un mes, 
	dependemos del posadero. 
	Musetta enseña canto a los clientes,
	y yo pinto esos guerreros 
	sobre la fachada.
	Hace frío. Entra.

MIMÌ
	¿Está Rodolfo?

MARCELLO 
	Sí.

MIMÌ
	No puedo entrar, no , ¡no!

MARCELLO 
	¿Por qué?

MIMÌ
	¡Oh, querido Marcelo, 
	ayúdame, ayúdame!

MARCELLO 
	¿Qué ha pasado?

MIMÌ 
	Rodolfo me ama y huye de mí, 
	Rodolfo se muere de celos. 
	Un paso, un dicho, una caricia,
	una flor levantan su sospecha... 
	Después, gritos e ira. 
	Una noche, por ejemplo, 
	fingí estar dormida 
	y noté su mirada fija en mí, 
	espiándome el sueño. 
	Me grita a cada momento: 
	¡No eres para mí; 
	búscate otro amante!
	¡Ay de mí! 
	Es la rábia la que habla por él, 
	lo sé, pero ¿qué le respondo, 
	Marcello?

MARCELLO 
	Cuando la situación es así, 
	no se debe vivir en pareja.

MIMÌ 
	Así es. Conviene separarnos. 
	¡Ayúdanos! ¡Ayudadnos! 
	Nosotros ya lo hemos intentado 
	otras veces pero... es en vano.

MARCELLO 
	Yo no presiono a Musetta 
	y ella no me presiona a mí, 
	porque nos amamos con alegría
	cantos y risas: así es la flor 
	de un invariable amor...

MIMÌ 
	Así es, así es. 
	Conviene que nos separemos.
	Haz lo que creas oportuno.

MARCELLO 
	Está bien, ahora le despierto.

MIMÌ 
	¿Está durmiendo?

MARCELLO 
	Se ha acostado aquí 
	una hora antes del amanecer. 
	Está tumbado sobre un banco.
	Mira:
	¡Qué tos!

MIMÌ 
	Desde ayer estoy destrozada. 
	Huyó de mí anoche diciéndome: 
	"Hemos terminado"
	He salido de madrugada 
	para venir  hasta aquí.

MARCELLO
	Se despereza, se levanta. 
	Me busca... Viene.

MIMÌ 
	¡Que no me vea!

MARCELLO 
	Vuelve a casa ahora... 
	Mimì... por caridad, 
	¡no montéis aquí un numerito!

RODOLFO 
	¡Marcello, por fin!
	Aquí no nos escucha nadie. 
	Quiero separarme de Mimì.

MARCELLO 
	¿Tan voluble eres?

RODOLFO 
	Ya había dado por muerto 
	mi corazón pero...
	esos ojos azules,
	con su esplendor, lo reavivaron. 
	Ahora, el tedio lo asalta...

MARCELLO
	¿Y quieres renovar el funeral?

RODOLFO 
	¡Para siempre!

MARCELLO 
	¡Cambia de canción! 
	De necios es el tétrico amor 
	que lágrimas destila.
	Si se no ríe y se divierte 
	el amor mengua y se fragiliza.
	¿Estás celoso?

RODOLFO 
	Un poco.

MARCELLO
	¡Colérico, lunático,
	lleno de prejuicios, 
	ruidoso, testarudo!

MIMÌ
	¡Ahora le va a hacer enfadar! 
	¡Pobre de mí!

RODOLFO
	Mimì es una fresca
	que coquetea con todos.
	Un moscardón de vizconde
	le hace iluminar la mirada.
	Ella se levanta la falda 
	y le descubre el tobillo 
	de manera provocativa y pícara.

MARCELLO 
	Para ser franco, 
	no me pareces sincero.

RODOLFO 
	Está bien, no, no lo soy .
	En vano, en vano escondo 
	mi verdadera tortura. Amo a Mimì 
	más que a nada en el mundo, 
	¡la amo! ¡Pero tengo miedo, 
	tengo miedo.!
	¡Mimì está tan enferma! 
	Cada día va a peor. 
	¡La pobrecita 
	está condenada!

MARCELLO
	¿Mimì?

MIMÌ
	¿Qué querrá decir?

RODOLFO 
	Una tos terrible 
	su delicado pecho sacude 
	y sus mejillas se tiñen 
	con rojas  gotas de sangre...

MARCELLO
	¡Pobre Mimì!

MIMÌ 
	¡Ay de mí! ¡Moriré!

RODOLFO 
	Mi habitación 
	es una guarida escuálida.
	El fuego está apagado, 
	entra  y remolinea
	el viento de tramontana.
	Ella canta y sonríe 
	y el remordimiento me come:
	¡Ser yo el culpable del mal fatal 
	que la está matando!

MARCELLO 
	¿Qué hacer, pues?

MIMÌ
	¡Oh, mi vida!
	¡Dios mío! ¡Se acaba...! 
	¡Oh, mi vida! ¡Se acaba...! 
	¡Dios mío! Moriré!

RODOLFO 
	Mimì, flor de invernadero, 
	la pobreza ha marchitado. 
	Para retenerla en la vida 
	no basta sólo el amor.

MARCELLO 
	¡Ah, por piedad!
	¡Pobrecita!
	¡Pobre Mimì!

RODOLFO
	¡Qué! ¡Mimì! ¿Tú, aquí? 
	¿Me has escuchado?

MARCELLO 
	¿Ella estaba escuchando?

RODOLFO 
	Aunque sea fácil y temeroso, 
	nada me turba. 
	¡Ven aquí al calor!

MIMÌ
	No, ese ambiente cargado me sofoca.

RODOLFO
	¡Ah, Mimì!

MARCELLO 
	Es Musetta quien ríe.
	¿Con quién ríe? 
	¡Ah, descarada! ¡Vas a ver!...

MIMÌ
	Adiós.

RODOLFO 
	¡Qué! ¿Te vas?

MIMÌ
	Donde feliz respondió a tu llamada 
	de amor, vuelve sola Mimì 
	al nido solitario. 
	Vuelve de nuevo 
	a bordar falsas flores. 
	Adiós, sin rencor. 
	Escucha, escucha: 
	Las pocas cosas que dejé en tu casa, 
	recógelas. En mi cajón 
	están el anillo de oro 
	y el libro de oraciones. 
	Envuelve todo en un hatillo 
	que yo mandaré al portero... 
	Espera, debajo de la almohada 
	está el gorro rosa, si quieres...
	consérvalo como recuerdo de amor...
	Adiós, sin rencor.

RODOLFO 
	Entonces, ya todo ha terminado. 
	¡Te vas!, ¿te vas
	mi pequeña? 
	¡Adiós, sueño de amor!

MIMÌ
	¡Adiós, dulce despertar de la mañana! 

RODOLFO 
	¡Adiós, vida de ensueño…

MIMÌ
	¡Adiós, peleas y celos!

RODOLFO
	... que calma una sonrisa tuya!

MIMÌ
	¡Adiós, sospechas!...

RODOLFO 
	Besos.

MIMÌ
	¡Punzante amargura...

RODOLFO
	...que yo, como verdadero poeta,
	rimaba con dulzura!

RODOLFO, MIMÌ
	Estando solos, el invierno es para morirse.

MIMÌ
	Solos...

RODOLFO, MIMÌ
	Mientras que, en primavera, 
	acompaña el sol.

MIMÌ
	¡La compañía del sol!

MARCELLO
	¿Qué hacías? ¿Qué decías 
	junto al fuego a aquel señor?

MUSETTA
	¿Qué quieres decir?

MIMÌ
	Nadie está solo en abril.

MARCELLO
	En cuanto he llegado yo, 
	has cambiado de color.

MUSETTA 
	Ese señor me decía:
	"¿Le gustaría bailar, señorita?"

RODOLFO
	Se habla con lirios y  rosas.

MIMÌ
	Salen de sus nidos 
	unos trinos gentiles...

MARCELLO
	¡Vana, frívola, desvergonzada!

MUSETTA 
	Ruborizada, yo respondía:
	¡"Bailaría hasta el amanecer"!

MARCELLO 
	Esas palabras esconden 
	miras deshonestas.

MUSETTA 
	¡Quiero plena libertad!

MARCELO
	¡Esto no acabará así!...

RODOLFO, MIMÌ 
	Cuando llegue la primavera 
	nos acompañará el sol.

MUSETTA 
	¿Por qué me gritas? 
	¿Qué me reprochas? 
	No estamos casados.

MARCELLO 
	¡Si te pesco coqueteando...! 
	¡Mira! No pongas ornamentos
	bajo mi sombrero…

MUSETTA 
	Detesto a los amantes 
	que actúan como maridos.

RODOLFO, MIMÌ
	Rumorean las fuentes, 
	la brisa de la tarde, como bálsamo, 
	consuela las penas humanas.

MARCELLO 
	No voy a ser el hazmerreír 
	de tus nuevos pretendientes.
	¡Vana, frívola, desvergonzada!
	¿Te vas? ¡Lo agradezco! 
	¡Así saldré ganando!

MUSETTA
	¡Hago el amor con quien me apetezca! 
	¿No te gusta?
	¡Pues, lo hago con quien me apetezca!
	¡Musetta se larga!

MARCELLO, MUSETTA
	¡Saludos!

RODOLFO, MIMÌ
	¿Quieres que sigamos 
	esperando la primavera?

MUSETTA 
	Señor: ¡adiós
	os digo con gran placer!

MARCELLO 
	¡Obedezco, y me largo!

MUSETTA
	¡Pintor de brocha gorda!

MARCELLO
	¡Víbora!

MUSETTA
	¡Sapo!

MARCELLO
	¡Bruja!

MIMÌ
	Siempre tuya, para toda la vida.

RODOLFO, MIMÌ
	Nos separaremos
	en la estación de las flores.

MIMÌ
	¡Quisiera que el invierno
	durase eternamente!

RODOLFO, MIMÌ
	¡Nos separaremos
	en la estación de las flores!...